amanezco más rota que otros y el único modo
de mantenerme entera
es fugarme del mundo
y cobijarme en ti,
en tu pensamiento,
en tus manos.
Amanezco nublada y caduca,
mimetizándome con el otoño
voy derramando nostalgias por el pasillo
y tinta por las aceras.
Camino hacia ti entre el fango,
con las ideas oscuras
y el espíritu embarrado.
El mundo es hostil,
el ruido me desorienta
y la gente es gente y
se va apartando, tu
te quedas quieta,
esperando.
Me limpias paciente
y no preguntas
cómo me he manchado
Eres ternura
con la niña sucia
que volvió llorando
[del parque.
Yo soy un poco menos menguante
y un poco más compacta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario