lunes, 1 de diciembre de 2014

Desubicada


Vosotros querríais que yo fuese más
como ellas,
más delicada, mejor vestida, menos huraña
menos como yo.

Nunca os habéis quitado esa espinita ni yo
esa capa de decepción que luzco
remediable pero resignadamente
por la vida.

Prometo que no era mi intención,
que una y mil veces intenté cambiar
pero no supe por donde empezar a rehacerme.

Quería, no, ansiaba,
encajar en el patrón
pero en cada intento estaba más dolorida
más ahogada,
más temblorosa.

No recuerdo mas que un par de momentos
de aquella vida en que no me sintiera
desubicada.

Perdonad si no vuelvo.
Perdonad si he ido
a encontrarme demasiado lejos, aún
mirándoos a los ojos.

Perdonadme,
por no ser
mas que lo que veis.

O no me perdonéis nunca.

2 comentarios:

  1. La sensación de no encajar, de estar desubicado, es en realidad una oportunidad para crecer. Pocas cosas configuran tanto el carácter como la soledad.

    Muy buen poema.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias P. Supongo que tienes razón, aunque al menos en mi caso siempre se sigue echando de más algún que otro resto de "una infancia mal curada", a pesar de que nos definan tanto.

    ResponderEliminar