miércoles, 3 de junio de 2015

Intramorphosis.

Nos convertimos en una combinación de las
cinco personas con las que pasamos más tiempo.

Soy una combinación
de nada y de mi
de yo y un espejo.

Está la neurona
y la lista de mensajes sin responder.

Están los días en blanco
y las miradas perdidas.

Me he diluido hasta mi reflejo,
       me he convertido en el espectro mecánico
[exprimidor de humanos consumibles]

 ; la aleación de mi ventrículo izquierdo
es de plomo y nostalgia

  ; mi corazón
es pesado. Y tosco.    Tanto

que da vergüenza
enseñárselo a cualquiera.

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